Lo que la gente realmente experimentó en UPW
Venir con mi pareja fue estupendo, pero hacer los ejercicios con personas que no conocía me proporcionó una experiencia aún más profunda. Me ayudó a verme bajo una nueva luz, fuera de nuestra relación. Aquí crecí como individuo.
Antes de UPW, daba demasiado poder a las cosas que me frenaban. Pero ahora comprendo que la mayoría de esos miedos no eran más que ilusiones. Ahora veo con más claridad y sé que esos "grandes bloqueos" son en realidad muy pequeños.
Salí de UPW sintiéndome renacida, más ligera, más viva y, por fin, capaz de recibir y dar amor plenamente. Me sentí como si hubiera vuelto a empezar, como si hubiera recuperado mi vida. Y los cambios no se desvanecieron, se mantuvieron. Estoy viviendo realmente como la persona que estaba destinada a ser.
En UPW, algo hizo clic en mi interior. Me di cuenta de que había estado viviendo con la creencia de que necesitaba ser pequeña y educada para que me quisieran. Pero yo no soy así. Compartir mi historia en UPW me ayudó a liberarme de esas creencias limitadoras, y la conexión que sentí con los demás fue profunda. Ya no me fui sin ser vista: me fui empoderada para vivir plenamente y ayudar a los demás a hacer lo mismo.
Cuando a mi marido de 40 años le diagnosticaron esclerosis múltiple -y más tarde cáncer- me sentí abrumada, agotada y perdida. No dormía y no sabía cómo afrontar la situación. Pero todo cambió después de asistir al evento de Tony en Orlando. Sus palabras encendieron en mí una chispa que transformó no sólo mi mentalidad, sino mi vida entera.
Tony me ayudó a ver que el éxito sin realización es el fracaso definitivo. Me di cuenta de que había estado regalando mi poder, y esta experiencia me lo devolvió. Me recordó quién soy, lo que tengo que ofrecer y cómo quiero inspirar a los demás en el futuro. Fue mágico y estoy muy agradecida.
Durante años, la gente me decía que fuera a un evento de Tony Robbins, y yo me repetía: "Algún día". Entonces me encontré entre dos trabajos y finalmente dije: "Se acabaron las excusas". Me presenté en UPW y me dejó alucinada. Me di cuenta de que había estado viviendo la vida de forma equivocada, y un pequeño cambio lo cambió todo.
Salí de UPW sintiéndome renacida, más ligera, más viva y, por fin, capaz de recibir y dar amor plenamente. Me sentí como si hubiera vuelto a empezar, como si hubiera recuperado mi vida. Y los cambios no se desvanecieron, se mantuvieron. Estoy viviendo realmente como la persona que estaba destinada a ser.
Teníamos hambre, pero Tony nos ayudó a creer. UPW nos ayudó a superar el miedo, a reescribir nuestras creencias limitantes y a dar pasos reales hacia la vida que siempre habíamos deseado.
Llega un momento en la vida en el que simplemente sabes:
Ahora es el momento.
El momento de romper viejas limitaciones.
El momento de dejar atrás el miedo.
El momento de asumir la plena responsabilidad de tu vida, y dirigirla en la dirección que realmente te parezca correcta.